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MÁS ALLÁ DE LOS MÁRGENES

 



MÁS ALLÁ DE LOS MÁRGENES COMERCIALES DEL CINE ESPAÑOL

 

Hace un año el Festival On-Line de Cine Español al Margen abrió una nueva ventana para la distribución de películas independientes que no encontraban su lugar en las salas comerciales de la geografía nacional a pesar de haber recabado el beneplácito de la crítica en los certámenes de cine. La iniciativa, consistía en ofrecer el visionado de las películas seleccionadas a través de Internet, saltando así otro titánico y temeroso muro en España, el de la distribución on-line de las películas.

 

Tras el éxito de la primera experiencia, en la que las obras a concurso alcanzaron más de 75.000 visionados, el Festival Márgenes vuelve en su segunda edición con 11 películas que se podrán ver desde el 7 y hasta el 16 de marzo en http://www.margenes.org a un precio de 5 euros (menos de lo que costaría ver un solo título en una sala común).

 


Diego Rodríguez, Director del Festival

 

Entrevistamos al director del festival, Diego Rodríguez, en las horas previas del primer pase en streaming a través de Internet, que nos explica el nacimiento de este reducto del cine menos comercial en un contexto de frustración. “La frustración”, dice “que nos producía constatar como cada año películas españolas de gran calidad, obras incluso reconocidas por la crítica y premiadas en festivales internacionales, quedaban fuera de las pantallas convencionales. Nos preocupaba el hecho de que el público apenas tuviera acceso a estas películas que, en mi opinión, representan muchas veces la parte más interesante de la creación audiovisual española actual. Frente a esta situación, nos parecía que Internet era la herramienta perfecta para acercar al público este tipo de películas”.

 

Un año después, el Festival Márgenes ha evolucionado, y “ha mutado para convertirse en un espacio permanente de exhibición y promoción del cine español surgido en las orillas de la industria”. Durante todo el curso, se ofrecen diversas muestras y actividades formativas tanto presenciales como on-line. Además, y como complemento a las visualizaciones en streaming, el público que siga guardando el lógico placer de ver las películas en pantalla grande puede hacerlo en los pases programados en la Cineteca del Matadero de Madrid a un precio de 3’50 euros la entrada. “Creemos firmemente en la convivencia pacífica entre Internet y las pantallas tradicionales”, sentencia Rodríguez.

 


¿Pero castiga la industria cinematográfica española aquellas películas distribuidas al margen? Recientemente se especulaba por el fracaso de Paco León en los Premios Goya por su osadía de distribuir su debut como director paralelamente en Internet. Sin embargo, el director de un Festival concebido para traspasar lo márgenes del cine comercial rompe una lanza a favor de esa convivencia.

 

“Me parece mucho decir que ‘Carmina o revienta’ no haya ganado ningún Goya porque se estrenó en Internet. Más bien tengo la sensación de que todos los agentes de la industria finalmente han comprendido que Internet no es una amenaza sino una herramienta estupenda para nuestro cine. Quizás lo que se eche en falta es definir, de una vez por todas, ese nuevo marco, el nuevo modelo de exhibición”. “Cada opción tiene sus ventajas y sus inconvenientes”, añade Rodríguez, “pienso que tenemos que buscar entre todos fórmulas imaginativas. No nos podemos quedar en la queja permanente de qué mal está todo. Habrá que buscar alternativas. Lo que está claro es que el público sigue necesitando ver películas, que alguien les cuente historias o les acerque otras realidades distintas de la suya”.

 

 

¿Pero está motivado el público genérico para acercarse a un cine no comercial y de bajo presupuesto? Márgenes apuesta por la respuesta de un espectador que “quiere asomarse a otras realidades cinematográficas a las que normalmente tiene difícil acceso. Puede que haya una cierta saturación de fórmulas y esquemas narrativos demasiado manidos”. “La gente lo que quiere es descubrir un cine diferente” y, sin duda, es lo que se encontrará en la programación del II Festival On-Line de Cine Español al Margen.

 

Si nos asomamos a los márgenes del cine nos encontraremos con una excéntrica aventura a través del desierto en busca de Dios (‘12+1, una comedia metafísica’, Chiqui Carabante’); una reflexión sobre el imaginario de la clase trabajadora de los años ’80 creado por la propia televisión (‘ElectroClass', María Ruido); el retrato de los jornaleros del mercado recolector murciano (‘La Pausa', Miguel Ángel Delgado); un documental sobre cómo los habitantes de Lorca se sobreponen al terremoto que asoló su localidad (‘Dios sabe’, de Silvia Rey); una visita que se prolonga durante dos años al desconocido campamento levantado por medio centenar de indios en la costa marroquí que esperan saltar a Europa (‘Los Ulises’, Maciaszek y García Ortiz); el homenaje a los pueblos olvidados desde el abandono de las carreteras nacionales (‘N VI’, Pela del Álamo); los apuntes de un viaje por la frontera (‘Llende’, Argeo y Lluís Bande); la vida de una enferma de alzhemier y última habitante de zona rural despoblada (‘Piedad’, Otto Roca); el brutal acercamiento a las psicomágicas de un chamán (‘Quantum Men’, Carlos Serrano Azcona); una inmersión en los poblados marginados de Sevilla (‘Se villana’, María Cañas); y un documento de primera mano sobre la emigración gallega en el norte de Europa (‘Vikingland’, Zurzo Chirro).

 

 

Todo un muestrario de rarezas, de cine al margen de cualquier prejuicio, que “ofrecen libertad”, termina Diego Rodríguez, que no es poco. “Al estar realizadas al margen de la industria cinematográfica, las restricciones, presiones y condicionamientos son mucho menores. Están las restricciones económicas que también cuentan, por supuesto. A cambio de ese peaje, las películas tienen en general menos trabas creativas. Los autores pueden expresarse con mayor libertad. Se ven propuestas de todo tipo. Películas que juegan con las difusas fronteras que se supone separan los géneros, obras llenas de ambición, películas que siguen esquemas más convencionales y otras que apuestan por el riesgo y por recorrer caminos poco transitados. Cine libre”.

 

UC (Manu Cabrera).